Cualquier parecido con la realidad no es meramente una coincidencia.

martes, 7 de febrero de 2017

¡MALDITOS VENDEDORES DE HUMO!

¡Malditos vendedores de humo!

Prometieron defendernos y nos echaron a los lobos,
nos llenaron la cabeza de sueños y nos los arrebataron de golpe,
nos hicieron inmunes al odio hacia otros entes que no pensaban igual que nosotras
y nos vendieron la felicidad cómo un lujo que no nos podíamos permitir.

Endeudaron nuestras cabezas hasta dejar que las vendiéramos a un módico precio de vivir sin pensamiento crítico.

Nos ataron de pies y manos con la única finalidad de infundir todo tipo de miedo.
Nos convencieron de que sonreír era demasiado caro como para hacerlo a menudo,
que no sonreír nos hacía demasiado serias como para estar cara al público,
Y el público dejó de sonreír hace tiempo porque sonreír estuvo de puta madre,
hasta que se convirtió en necesidad.

Nos convirtieron en sueños fugaces,
en dioses en los que nadie creía,
en amas de un mundo que nadie poseía (o eso nos hicieron creer).
Nos convirtieron en esclavas del tiempo, de los relojes y los horarios,
de la nube que nadie ha visto jamás,
de sueños a los que después nos dijeron que no podríamos llegar.

Nos enseñaron a callar,
a guardar silencio,
a decir "sí" por encima de todo.
Nos enseñaron a ser sumisas.

¡Malditos ingenuos!

Yo os digo que, ahora, estas sumisas están dejando de serlo,
ahora, estamos dejando de creer en dioses para empezar a creer en nosotras mismas,
que, ahora, los lobos a los que nos echásteis se han convertido en nuestra manada,
ahora, las pocas a las que no callásteis con vuestras mentiras y discursos de mierda están empezando a despertar y os juro que cada vez tenemos más ganas de vivir la vida plena.

¡Malditos vendedores de humo!
Nos convertísteis en polvo,
ahora, nosotras convertiremos el polvo en pólvora.
Y os aseguro que eso, sí, os va a doler.

miércoles, 7 de septiembre de 2016

¿?

"A partir de cuántos errores se considera experiencia." 
-Escandar Algeet.

¿Cuánto pesa un abrazo?
¿Cuánto vale una lágrima?
¿Cuántas mentiras vale una sonrisa?
A partir de cuántas mentiras se considera verdad.
¿Quién habla de lo que pesan?
¿Cuánto mide el cielo?
¿A qué sabe la victoria del que se alegra de la derrota de otro?
A partir de cuántos aciertos se deja de hablar de casualidades.
¿Cuándo entenderemos que el destino solo es una mezcla de casualidad y causalidad?
A partir de cuántos errores se considera experiencia.
Y lo que viene después,
a partir de cuánta experiencia se considera a alguien un experto.
¿Cuánto abulta el miedo?
¿Cuánto es el tiempo exacto que puede durar un duelo?
¿Cuántas personas son necesarias para curar heridas?
Y lo que es peor,
¿a cuántas y cuáles llamaré cicatriz después?

domingo, 14 de agosto de 2016

El día que no pueda más.

El día que no pueda más voy a escribirte una canción,
a llorar tinta por un tubo
y dejaré de dormir, por puro gusto.
El día que no pueda más te contaré que llevaba tres años con insomnio el cual solo se me curaba a primeros de agosto,
que también fue al mismo tiempo cuando aprendí a soñar despierta
y fue el mismo año en el que aprendí a convivir con pesadillas.
Y sin él.
El día que no pueda más voy a matarte
y voy a morirme.
El día que no pueda más voy a matarme
y será el mismo día que me daré cuenta de que llevo diecisiete años muerta.
Y será el mismo día que comenzaré a vivir.
El día que no pueda más voy a llorar arañas,
a apagarme cigarrillos en la boca
y comer chinchetas sin parar.
-El día que no pueda más voy a decirte que eras más guapa que la Luna,
pero que Luna era preciosa.
El día que no pueda más voy a decirte que no necesitabas sonreír para calar,
que cuando abrazabas siempre encajabas porque quemabas más que el fuego y eras capaz de moldear el alma,
que cuando llorabas no mirabas a los ojos
porque tenías miedo de que tu alma se escapara
y los cerrabas fuerte para que eso no pasara.-
El día que no pueda más empezaré a bailar
y a tocar un piano de cola
y ese mismo día aprenderé a cantar.
El día que no pueda más te escribiré una carta,
de póker,
para demostrarte que sigo apostando por ti.
Ya sabes que yo soy de All in
o, sino,
nada.
El día que no pueda más voy a matarme
y será el día que abra los ojos.
Y será el día que comenzaré a vivir.

lunes, 2 de mayo de 2016

XIV

"El mundo es y seguirá siendo de los hombres"
me dijiste el otro día y yo lo estuve pensando durante toda una semana.

Dices que el mundo es de los hombres porque no te has visto a ti desde fuera,
no te has visto proclamarte diosa de todo esto y,
aún así,
seguir como si nada hubiera pasado.

Porque yo tengo que decir que te he visto fallar innumerables veces,
pero también levantar la cabeza y tirar del carro;
que te he visto llorar y aún así seguías preciosa;
pero sobre todo te he visto reír
y te puedo decir que posees una risa capaz de salvar al mundo entero.

Tengo que admitir que mi chica revolucionaria no tiene casi treinta y cinco,
que tiene unos poquitos más,
pero también es diplomada,
licenciada,
experta
y, por encima de todo,
fuerte.

Que si me miras
me siento en casa,
que si me abrazas
me siento a salvo.

Que me dices que el mundo es de los hombres
y yo te digo que no lo creas,
que incluso los hombres querrían parecerse un poquito a ti.

Que gracias a ti yo me creí valiente
por mirar en la misma dirección que tú,
me creí invencible
por llevar tus alas,
y me creí libre
por estar entre tus brazos.

Que dices que el mundo es de los hombres
pero lo que no sabes es que
EL MUNDO ES TUYO,
y que todos los demás
estamos aquí para apreciar tu inmensidad.

miércoles, 20 de abril de 2016

Pongamos que hablo de ti.

Pongamos que hablo de ti.
Pongamos que hablo del día que nos conocimos
después de diez años conociéndonos sin conocernos.
Pongamos que hablo de las noches de fiesta.

Pongamos que hablo de ti.
Pongamos que hablo de guitarra para una mejor definición.
Pongamos que hablo de negro
y de cómo resalta el tono de tu piel.
Pongamos que hablo de indie
y de ir contigo hasta el fondo del mar, si tú me llevas.

Pongamos que hablo de ti.
Pongamos que hablo de tu nombre.
Pongamos que hablo de Amanda
o Ainhoa.
Pongamos que no hablo de ninguna de ellas pero que tu nombre empieza por "A" y termina por la misma.

Pongamos que hablo de ti.
Pongamos que hablo de lo aleatorio que es todo contigo.
Pongamos que hablo en Aleatorio.
Pongamos que digo que eres inefable
y entonces todo esto no habría servido para nada.
Y entonces todo esto sería nada.

Pongamos que hablo de ti.
Pongamos que ahora te hablo de Arantxa
y que sería lo mismo que hablar de aleatorio.
Pongamos, pues, que si te hablo de Aleatorio te hablo de todo.
Porque Aleatorio es todo
y todo no es ni Ainhoa, ni Amanda
pero Arantxa es todo en todos los idiomas.



jueves, 18 de febrero de 2016

Del día que lloré arañas.

Como un niño abandonado en la puerta de un orfanato.
Como el primer suspenso de una persona acostumbrada a sacar dieces.
Como cuando te giras y nadie sujeta el sillín de la bicicleta.
Como el golpe que no esperas en el dedo meñique.
Como quién esconde su orientación sexual.
Como no ser aceptado por la sociedad por no ser como quieren que seas.
Como quien no tiene fecha feliz que recordar.
Como quien no tiene un número con alguien a quien quiere.
Como quien no tiene un color favorito compartido.
Como quien quiere y no es querido.
Como los padres que se avergüenzan de su hijo artista.
Como volver a casa sola por la noche.
Como que nadie te recuerde que tienes que coger la chaqueta estando a -10°C.
Como no acordarte de que hoy daban lluvia
y tú sin paraguas.
Como que nadie te diga que llemes cuando llegues.
Como nacer muerto a los 48 años.
Como cerrar hospitales.
Como incendiar bibliotecas y quemar libros.
Como cortar las manos a un escritor.
Como callar a un músico y romper las melodías a sonidos de pistola.
Como partir las piernas a un atleta.
Como cortar las alas a una mariposa.
Como que te llevaban a metros bajo tierra
y estabas a decenas de años de mí.
Como que ese día Alberto llevaba un año muerto.

Como el día que lloré arañas;
y tú no estabas.